“En esta sociedad globalizada, las redes de conocimiento constituyen la máxima expresión del hombre como productor de conocimientos y su necesidad de intercambiar, compartir y transferir lo que aprende y crea a partir de la interacción; a través de una plataforma tecnológica.” (Rodríguez y Pérez, 2009, p.4)
Como se menciona en la cita, las plataformas tecnológicas han hecho posible que las redes de conocimiento estén a la mano de la sociedad gracias al Internet. Las redes de conocimiento pueden estar constituida por un grupo de revistas virtuales, o de bibliotecas digitales o cualquier entorno virtual en el que haya colaboración, cooperación y unión con el objetivo de promover el conocimiento, de retroalimentarse y progresar de forma colectiva.
Zamora (2013) nos da un ejemplo de esto último: “El sistema de información abierto Latindex que contiene investigación científica, técnico-profesional y de divulgación científica y cultural que se editan los países de América Latina, el Caribe, España y Portugal, abre este conocimiento a todas las personas en línea.” Latindex funciona por medio de una página web, y es un sistema especializado de revistas académicas que comprende la edición de artículos en Iberoamérica. Otro claro ejemplo de cómo las TIC han hecho posible, derribando barreras materiales y temporales, el compartir de la información por medio de redes de conocimiento.
Además de Latindex, se puede ver eso mismo en SciELO (Biblioteca Científica Electrónica en Línea) y Redalyc (Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal) y otras plataformas más que dejan ver cómo la cooperación entre países pueden beneficiar no solamente a las mismas naciones que componen el proyecto en cuestión sino a otras más.
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